Fábula clásica

La zorra y las uvas

 

En un caluroso día de verano paseaba la zorra por un huerto. De pronto descubrió un racimo de uvas a punto de madurar en una vid que crecía arrollada a una alta rama.

«Precisamente lo que necesito para apagar la sed,» dijo. Y retrocediendo unos pasos metió carrera y saltó, perdiendo el racimo por un pelo.

Retrocediendo de nuevo, reunió todas sus fuerzas y a la voz de: ¡uno, dos y tres!, dio un tremendo salto, pero no fue mejor el resultado.

Una y otra vez se lanzó al tentador bocado pero final­mente tuvo que darse por vencida.  Retirándose con la nariz respingada, comentó: «Para mí tengo que están verdes.»

 

«Resulta fácil de desdeñar lo que no se logra conseguir.»